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domingo, 17 de marzo de 2013

Noche sin luna


Eran cerca de las dos de la madrugada cuando sentí que algo se movía por la ventana del segundo piso. Fui sigilosamente a ver que sucedía, puse la mirada atenta y al pasar unos segundos vi  una silueta que salto. Esa noche no había luna, solo la luz de un poste lejano que iluminaba.

Me moría de miedo pero la curiosidad pudo más. Fui a enfrentar a esa bestia mientras pensaba ¿Qué hacía en mi casa?, ¿Qué quería?, ¿Quién era? …

Illa: (maullido aterrador) MIAUUUUUUUUUUUUJJJ!!!

Extraño: jajajajaja qué pasó gatita, sólo quise saludarte.

Illa: Idiota!,  ¿Quién eres?, ¿Qué haces aquí?  - mientras se lamia sus pelos esponjados de su cola.

Extraño: Me llamo Chester

Illa: ¿De dónde vienes?

Chester: De por aquí y por allá, soy un gato libre. Y tú minina estas libre?

illa: A ti que te importa! –illa se hacía a la desinteresada pero por el rabillo del ojo lo observaba y pensaba que era un gato apuesto.

Chester: Y tú minina fina, ¿Cómo te llamas?

Illa: No hablo con desconocidos, así que mejor sal de aquí antes que me dejes tus bichos y piensen que son míos y me lleven al veterinario.

Chester: (socarronamente) ¡Qué delicada! ¿Y así eres siempre tan amable?

Illa: Sí, así soy de encantadora

Chester:  Por tus patitas delicadas veo que no has vivido mucho, que no has salido de este techo   ¿Me equivoco?

(Comienza a lamer las patitas) Apostaría que sueñas con salir de este castillo de cemento y recorrer los techos, las calles y los parques. Pero te mueres de miedo porque eres una minina engreída y vanidosa.

Illa: (muda)

Chester:  Si callas… otorgas, entonces me das toda la razón jajajaja

Illa: Techero brabucón fuchi de mi casa, o quieres que llame al perro de arriba para que te saque de la cola, fuera!!!!

Esa noche Illa moría de cólera, por todas esas palabras de ese gato callejero.

Illa:(pensaba)  Todo eso que dijo, con tan solo conocerme unos minutos. ¿Tan predecible soy?,  ¿Será tan paja las calles olivenses?, ¿Qué pasaría si salgo y no puedo volver?, de pronto sentí un escalofrió y volví en sí. No, a la calle no vuelvo más.


 
 

domingo, 10 de marzo de 2013

mi nombre es illa


Mi nombre es “illa”, Marita me puso ese nombre. A mi me gusta porque me hace sentir  especial. illa, en quechua,  significa algo así como un objeto valioso, oculto.  Que trae suerte y dicha a quien lo encuentre,  así soy yo.
De mi infancia tengo los  primeros recuerdos en el Parque Kennedy, pero los recuerdos realmente felices los viví aquí, con mi familia. Vivo al norte de Lima en una cálida y cómoda casa de cinco pisos,  que la recorro en todos  sus rincones.
Kurko también vive aquí, en el cuarto piso, es un cuy pequeño,  de mirada zombi. A veces lo visito, me gusta hacerle bromas y jugar al cazador con él. En el último piso esta Jack, un perro tosco y torpe pero chévere.
Actualmente estoy soltera, pero eso no significa que no tenga gatos que me ronroneen. Chester, es uno de ellos, es un gato aventurero que le gusta techear por todo Lima, pero ya más adelante les hablaré de él.

Ahora me voy  a comer mi atuncito porque  en  la noche  hay mucho que hacer.
Miaus!